viernes, 30 de noviembre de 2007

El patito feo


El patito feo es un cuento clásico-contemporáneo escrito por Hans Cristian Anderssen sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos. El cuento fue publicado por primera vez el 11 de noviembre de 1843 y fue incluida en la colección de Nuevos Cuentos (Nye Eventyr) de Andersen en 1844

Lo primero que pensó su madre, al ver al patito feo en el agua fue "Sin duda que es uno de mis pequeñitos. Y si uno lo mira bien, se da cuenta enseguida de que es realmente muy guapo". La vida del patito feo comienza en un corral en una granja donde fue el último en salir del cascarón, el último en recibir cualquier cosa y siempre el objeto de las burlas e insultos de los demás, después se escapa a un pantano con patos salvajes, es testigo de la matanza de los gansos salvajes en la temporada de cacería, escapa de ser la mascota de una vieja mujer entre otras aventuras. En la primavera, el patito descubre, al ver su reflejo, que se ha convertido en un hermoso cisne.

Los tres cerditos


Los tres cerditos es una fabula con personajes animales personificados. Las primeras ediciones datan del siglo XVIII, pero se piensa que la historia es mucho más antigua. La historia ganó significado en el folclore universal gracias a la versión de dibujos animados hecha por Walt Disney en 1933.

El lobo del cuento de “Los Tres Cerditos”, se busca las vueltas para intentar comerse a los tres hermanos. En este caso, el lobo intenta dos cosas para conseguir su objetivo, qué es comérselos. Primero, destruye soplando las casas de los dos primeros Cerditos. Y segundo, como la tercera casa es de ladrillo y no puede derrumbarla, se introduce en ella por la chimenea, y al final, sin ningún éxito (porque cae en la cacerola hirviendo), se quema y sale corriendo. Pero la cosa no queda ahí, se quedó sin comer y además no quiso volver a comer cerdo. Por lo tanto, otro final malo para e lobo feroz.

Blancanieves


En un país muy lejano vivía una bella princesita llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la reina, muy vanidosa.
La madrastra preguntaba a su espejo mágico y éste respondía:
- Tú eres, oh reina, la más hermosa de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la reina preguntó como siempre a su espejo mágico:
- ¿Quién es la más bella?
Pero esta vez el espejo contestó:
- La más bella es Blancanieves.
Entonces la reina, llena de ira y de envidia, ordenó a un cazador:
- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
Pero cuando llegaron al bosque el cazador sintió lástima de la inocente joven y dejó que huyera, sustituyendo su corazón por el de un jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y andando pasó la noche, hasta que, al amanecer llegó a un claro en el bosque y descubrió allí una preciosa casita.

Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platitos y siete cubiertos diminutos. Subió a la alcoba, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada tras caminar toda la noche por el bosque, juntó todas las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los dueños de la casa: siete enanitos que trabajaban en unas minas y se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les contó su triste historia. Los enanitos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó a vivir con ellos y todos estaban felices.
Mientras tanto, en el palacio, la reina volvió a preguntar al espejo:

- ¿Quién es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en la casa de los enanitos...
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y partió hacia la
casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, pues los enanitos estaban trabajando en la mina. La malvada reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves dio el primer bocado, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanitos a la casa, encontraron a Blancanieves tendida en el suelo, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.
En ese momento apareció un príncipe a lomos de un brioso corcel y nada más contemplar a Blancanieves quedó prendado de ella. Quiso despedirse besándola y de repente, Blancanieves volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el príncipe rompió el hechizo de la malvada reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel reina y desde entonces todos vivieron felices.



La cenicienta

La Cenicienta es una película de animación tradicional, producida por, Walt Disney del año 1950 dirigida por Clycle Geromini,Wilfed Jackson y Hamilton Luske

Cenicienta es una bella joven que tras la muerte de su padre se ve obligada a hacer de sirvienta de su madrasta y hermanastras que la explotan, mientras ellas malgastan la fortuna de su difunto padre. Un día, llega una invitación a un gran baile que ofrecería el príncipe ya que este busca esposa y Cenicienta ve la oportunidad de por una vez sentirse como las demás chicas de su edad. Sin embargo, no se lo pondrán fácil. Al final la pobrea y poderosa cenicienta sera la afortunada mientras sus hermanastras ven que la felicidad se les va.

La Bella y la Bestia

" La Bella y La Bestia", el clásico que Walt Disney nos preparó para el año 1991, es aún hoy, para muchos, la mejor película de la factoría. La historia de amor entre Bella y Bestia, más allá de la apariencias físicas, y en la compañía de personajes tan singulares como Lumiere, Din Don, Gastón, Sra. Pots... caló hondo en los corazones de millones de espectadores en todo el mundo. No en vano recaudó en sus siete primera semanas, y sólo en Estados Unidos, más de 142 millones de dólares. La bella y la Bestia gustó por igual al público y a la crítica, consiguiendo seis nominaciones a los premios Oscars, de los que finalmente se quedaría con 2, Mejor Canción y Mejor Música Original. Eso sí, fue la primera película de animación que optó al Oscar en la categoría de Mejor Película. Además recibió 3 Globos de oro y 2 Grammys.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Caperucita Roja


Había una vez...
...Una niñita que vivía con su madre cerca de un gran bosque. Al otro lado del bosque vivía su abuelita, que sabía hacer manualidades y un día le había realizado una preciosa caperucita roja a su nietita, y ésta la usaba tan continuamente, que todos la conocían como Caperucita Roja.
Un día la madre le dijo:
-Vamos a ver si eres capaz de ir solita a casa de tu abuelita. Llévale estos alimentos y este pote de mantequilla y pregúntale cómo se encuentra, pero ten mucho cuidado durante el camino por el bosque y no te detengas a hablar con nadie.
Así, Caperucita Roja, llevando su cestito, fue por el bosque a visitar a su abuelita. En el camino la observó el lobo feroz, desde detrás de algunos árboles. Tuvo ganas de devorar a la niña, pero no se atrevió, pues escuchó muy cerca a los leñadores trabajando en el bosque.
El lobo, con su voz más amistosa, preguntó:
-¿Dónde vas, querida Caperucita? ¿A quién llevas esa canata con alimentos?
-Voy a ver a mi abuelita, que vive en la casa blanca al otro extremo del bosque -respondió Caperucita Roja, sin hacer caso a lo que le había recomendado su mamá y sin saber que es muy peligroso que las niñas hablen con los lobos.
-Tus piernas son muy cortas y no pueden llevarte allá rápidamente; yo me adelantaré y le diré a tu abuelita que la vas a visitar -dijo el lobo pensando comerse a las dos.
Caperucita Roja se entretuvo en el camino recogiendo flores silvestres. Mientras tanto el hambriento lobo feroz se dirigió con mucha rapidez a la casa donde vivía la abuelita. Estaba muy impaciente porque no había comido en tres días.
Sin embargo, la abuelita se había ido muy temprano para el pueblo, y el lobo encontró la casa vacía.
Poniéndose el gorro de dormir de la anciana, se metió en la cama y esperó a Caperucita Roja. Cuando la niña entró en la casa, se asustó porque encontró a su abuelita en cama y le pareció muy extraña.
-¡Oh! ¡Abuelita! -exclamó Caperucita Roja-, ¡qué orejas más grandes que tienes!
-Son para escucharte mejor -dijo el lobo.
-Abuelita, ¡qué ojos más grandes tú tienes!
-Son para verte mejor, querida nieta.
-Abuelita, ¡qué dientes más grandes que tienes!
-Son para comerte mejor -gritó el lobo saltando de la cama.
Un leñador que se encontraba cerca escuchó a Caperucita Roja que pedía socorro por la ventana. Tomando su hacha corrió hacia la casa para salvarla.
Antes que el lobo pudiera hacer daño a Caperucita Roja, el leñador le dio muerte de un tremendo hachazo. Luego lo arrastró hasta el bosque Y en ese momento la abuelita regresaba a su hogar, lo que hizo tranquilizar a Caperucita y pasar un rato de alegría junto a ella.